9 de octubre de 2011

Once upon a time...

La ratita del bosque estaba sentada en su vieja mecedora, pensando en lo feliz que se sentía de haber conocido al señor topo. La verdad, es que todas las experiencias que había pasado junto a él, la habían enriquecido gratamente, convirtiéndola en una ratita hecha y derecha. Pero, aún así, en esos momentos, recordaba, con una gran sonrisa en la boca, la primera vez que había conocido al señor tetera. Al principio, se sentía intimidada por él, llegando, incluso, a celarse de que le privase de la maravillosa compañía del pequeño topo cascarrabias. Pero, a medida que lo invitaban a su casita en el bosque, se fue asombrando de la gran ayuda que le aportaba a su señor topo y de cómo su relación era más que una simple amistad. Era como una relación entre hermanos (aunque es un tanto extraña para un topo y una tetera). Así, poco a poco, la ratita fue ganándole respecto, admiración y, por último, cariño. Con una sonrisa en sus labios, la ratita se levanto y se apoyo en el alfeizar de la ventana para esperar a que su gran amor, el topo gruñón, volviera de sus aventuras con la intrépida y valiente tetera. :)


Te la dedico por ser el creador de estos personajes y porque, además, quiero darte ánimos para que no dejes de ser persona. Un besote.

Foto realizada por Pablo Rocco.

1 comentario:

  1. :O

    :________________D

    Que emoción! Es el primer texto que le dedican a la tetera en un blog, ya sabes que el sentimiento es mutuo!!! Me alegra que en cierta manera os haya gustado el vapor de agua (porque somos todos) y me encanta que por fin tengamos una pequeña blogoesfera para escribir estas cosas. ;) GRACIAS

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