23 de febrero de 2010

Él


Es increíble ver lo rápido que pasa el tiempo ante tus ojos; como, sin ser consciente de ello, el rumbo que toma es algo que, a veces, no se puede ni controlar. Pero, lo que para mí es aún más increíble, es lo especiales que se pueden llegar a convertir los años cuando los pasas junto a la persona que más quieres.

Y, es que, él es el motivo por el cual cada día que pasa me hace levantarme con energía y sonreír. Él es la persona que, pase lo que pase, siempre está conmigo, y nunca me falla. Él es la persona que se preocupa por mí, que hace suyos mis problemas, que me escucha y aguanta, que riñe cuando hace falta y me da consejos para que no decaiga. Pero, él, sobre todo, además de ser mi novio, es mi mejor amigo, es alguien fundamental ya en mi vida. Gracias por todo lo que hemos compartido hasta ahora.

Te Quiero.

7 de febrero de 2010

Nothing


Si ya es difícil expresar tus ideas, imagínate lo que es estructurarlas y adornarlas para que sean leídas y, porque no, interesantes. Últimamente no tuve mucho tiempo para eso y es que la inspiración, divina como dicen, no viene siempre. Además, son tantos los temas que rondan en mi cabeza y tan pocas las veces que puedo plasmarlos que nunca me siento con ganas de hacerlo. Pero, bueno, por algo hay que empezar; la verdad es que, sin querer, escribí más de lo que pensaba así que lo dejaré por hoy y, es que, mañana será otro día ^^.

Btw, no sé donde he metido mi libro favorito y, bah, lo necesito *sigh*. Mientras tanto, empecé a leer un comic que me pasó un amigo. De momento está muy bien, hay muy pocos números publicados, y es una historia cuanto más interesante. Se llama Sweet Tooth ^^. Si quereis más información sobre este comic, darle aquí :)

2 de febrero de 2010

El poder de las palabras


Es increíble la capacidad que tiene el ser humano para influir sobre otros. No sólo lo puede hacer mediante el uso de la fuerza, sino también mediante las palabras. Y es que el lenguaje, como el afamado escritor, sobre cuestiones postcoloniales, Ngugi Wa Thiong'o dice, es más que un simple medio de comunicación, es aquello que nos ayuda a crear esa percepción del mundo con la que crecemos, además de alojar los principios morales por los cuales vivimos nuestra vida.

Sí, el lenguaje, según este empleado, puede modificar nuestras creencias y valores; pero, pienso, que no sólo el uso de las palabras es aquel que influye en nuestros cambios sino también el tipo de personas que lo empleen. Es decir, hay personas que están más capacitadas para modificar ese mensaje y, así, emplearlo en beneficio propio. Sé que es muy teórico pero, en realidad, la práctica es muy sencilla: imaginemos a una persona que siempre afirme que tiene los principios muy claros, que sus decisiones son las más firmes que se puedan encontrar y, además, que sus opiniones son siempre las mismas pues no varía sus argumentos y afirmaciones con facilidad. Lo que ocurre entonces es que una persona, una persona capaz de modificar el lenguaje, de utilizarlo en beneficio propio, aparece y, poco a poco, con sus argumentos hace que esa persona de "principios" cambie su modo de ver las cosas, cambie sus costumbres e, incluso, cambie su personalidad.

Desgraciadamente, esto siempre ha ocurrido. Siempre va a haber alguien que influya, para bien o para mal, sobre los demás pero, sobre todo, siempre va a haber alguien tan débil de mente, tan vacío de personalidad que se aferrará a esa persona con todas sus fuerzas, que cerrando los ojos se dejará guiar, como un pastor guía a su rebaño. Esto hace que te preguntes como puede haber gente que se dedique a criticar a otros solamente por pertenecer a una de estas "modas" urbanas o simplemente por el modo de vida que llevan, cuando ellas son las primeras que no tienen una opinión fija sobre las cosas, que tan pronto cambien sus pensamientos cuando son mejores aceptados dentro de su grupo social.

Sí, es lamentable, pero, desgraciadamente, no se puede cambiar el mundo.

1 de febrero de 2010

Once upon a time...

Estudiar me agota. Son tantos los conceptos que hay que memorizar y asimilar para desarrollar después que, a veces, no sé dónde tengo la cabeza. Por esta razón, aunque tenga poco tiempo, me gusta evadirme en mi adorado mundo de la lectura; y es que una buena lectura hace que te relajes y explores mundos que nunca creíste conocer ^^. Muchos son los libros que he leído últimamente y, por ello, pasaría muchas horas escribiendo opiniones personales de cada uno de ellos. Por eso, he pensado que, de vez en cuando, iré escribiendo críticas y opiniones a esos libros que han obtenido mi atención durante un tiempo determinado. Así es como hoy empezaré con uno de mis libros favoritos: La ladrona de libros.

Escrito por Markus Zusak, autor australiano famoso por, además de esta, su otra novela "I am the messenger", la historia transcurre en la Alemania nazi. Narrada desde la perspectiva de la misma Muerte, el libro nos presenta las vivencias de una joven de nueve años, llamada Liesel Mimenger, que, tras perder a sus padres, es adoptada por la familia alemana Hubermann. La narración de la novela, de fácil lectura, y la manera de entrelazar los detalles de la historia hacen de este libro, en mi opinión, una obra maestra que no quiera dejarse de leer en ningún instante.

La verdad es que hace dos años que la leí y, aunque no recuerdo ciertos aspectos de la misma, no he podido olvidarme del sentimiento que despertó en mí, haciéndome consciente y envolviéndome en una situación que, por suerte, no he conocido de primera mano. A medida que la novela se desarrollaba, aunque no adivinaba muy bien como podría finalizar, no quería llegar al final del libro, no quería que se terminase porque esa historia, tan detallada y emotiva, no se merecía ser jamás dejada. Finalmente, la novela termina con un triste final que ni mucho menos hace que decaiga la calidad del libro. Es una de esas novelas que merece la pena leer.

Aquí os dejo un pequeño extracto de la novela:

Había una vez un hombre bajito y extraño que decidió tres cosas importantes acerca de su vida:
1. Que se haría la raya del pelo en el lado contrario a todos los demás.
2. Que se dejaría un pequeño y extraño bigote.
3. Que un día dominaría el mundo.

El joven deambuló mucho tiempo, pensando, planeando y calculando exactamente, cómo someter al mundo. Entonces, un día se le ocurrió el plan perfecto. Había visto a una madre paseando con su hijo. En cierto momento, la madre regañó al pequeño hasta que, al final, este se echó a llorar. Al cabo de un rato, la madre le habló con cariño, y el niño se calmó e incluso sonrió.
El joven corrió hacia la madre y la abrazó.
-¡Palabras!
Sonrió de oreja a oreja.
-¿Qué?
Pero el hombre no contestó. Ya se había ido.

Sí, el Führer decidió que sometería al mundo con palabras. Nunca dispararé un arma, fantaseaba, no tendré que hacerlo. Sin embargo, no era un temerario. Concedámosle eso al menos. Su primera plan de ataque consistió en plantar las palabras en su tierra natal, allí donde le fuera posible
Las plantó día y noche y las cultivó.
Las vio crecer hasta que, al final, grandes bosques de palabras cubrieron toda Alemania.. Era una nación de ideas cultivadas en un criadero.

Mientras las palabras crecían, nuestro joven Führer también plantó semillas para que brotaran símbolos, y estos prendieron tan bien que poco les faltaba para florecer. Había llegado el momento. El Führer estaba preparado.
Invitó a su pueblo al corazón del magnífico bosque, seduciéndolo con las palabras más terribles e inquietantes, recolectadas con cuidado. Y la gente acudió.

Subieron a una cinta transportadora y pasaron por una máquina que en diez minutos les proporcionó toda una vida. Les implantaron palabras. El tiempo dejó de existir, y ahora todos sabían lo único que necesitaban saber. Estaban hipnotizados...

Para más info sobre el autor y la novela cliká aquí.

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