8 de octubre de 2011

Dark Lies


Él no entendía de qué le estaba hablando, cuando vio lágrimas asomar de sus brillantes ojos.

+ Me mentiste - susurraba mirando hacia el suelo - Me mentiste y eso es lo más me duele.

Sus lágrimas le hicieron recordar. Sí, le había mentido sobre todo lo que se le había ocurrido. Aunque se lo había tomado como un juego, las mentiras fueron creciendo rápidamente para tapar las otras. Era un ciclo del que no podía escapar sin delatarse.

- Yo, bueno, yo...

+ No quiero escucharte nunca más. Adiós.

Se quedo ahí parado. No sabía cómo reaccionar, pues su juego, su afición, se le había acabado. Pero, aún así, sus sentimientos no le ayudaron a pensar en lo cruel que era y estaba siendo. Se mantuvo firme, pensando en que era ella la que no confiaba en él y, por eso, creía que todo lo que él contaba eran mentiras. No le basto que la persona a la que más quería se fuese por culpa de sus mentiras, no le basto para ver el monstruo que habitaba en él.

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