30 de enero de 2010

Mentiras

Desde que somos pequeños, vivimos rodeados de mentiras. Mucha gente suele decir que la primera de ellas es la familia, pues no la escogemos y rara vez es lo que deseamos; sin embargo, yo me aventuro a decir que una gran mentira, que siempre nos acompaña, son los amigos: promesas que nunca se llegan a cumplir, traiciones cuando menos te lo esperas, abandonos inesperados...

Hasta que no maduras no te das cuenta de todas estas cosas a las que, cuando eres pequeño, no les das importancia. Pero, como dije, los años pasan y éstos te ayudan a reflexionar, te ayudan a ser más fuerte y a no ceder ante malas compañías. Te ayudan a darte cuenta de que las relaciones entre la gente más que ayudar, perjudican. Hoy en día vivimos en una sociedad de ignorantes y egoístas, gente que sólo busca su propio beneficio sin pararse si quiera a pensar lo que pueda llegar a sentir la gente con la que convive, gente que, hasta que no sufre en sus propias carnes los efectos de sus actividades, no levanta la voz y protesta. Es lamentable como ahora los derechos de las personas son pisoteados sin miramientos y como esa situación se permite día tras día. Es lamentable ver como en esta sociedad vale más ser una persona mala, sin miramientos por las demás, que una persona de buen corazón; al fin y al cabo si eres bueno, la sociedad te come.

Así, con la poca abundancia de gente buena que hay, es lógico pensar que la mayoría de las relaciones que se tienen actualmente son ficticias. Pocos son los verdaderos amigos, y aquellos que pueden estar en tu lista de buenas amistades pueden volverse unos hijos de puta de un día para otro. No se pueden confiar en las personas, no se puede abrir totalmente a nadie, pues, por cualquier motivo, algo que es tuyo totalmente, se puede volver de dominio público al cabo de unos segundos. Aún así, sigo pensando que siempre existirá esa persona en la que puedes confiar y que nunca te defraudará. Quizás el término de "alma gemela" no se refiera a esa persona a la que amarás por siempre el resto de tu vida sino a aquella que estará contigo, en lo bueno y en la malo, el resto de tu vida.

Es verdad, el mito del "amor de tu vida". Otra mentira. Sí existirá, llegará y compartirás con él/ella todo pero no en forma de príncipe ni te recogerá en un caballo blanco con crines tan hermosas que reflejan la luz del sol. No todo es un "happily ever after", siempre habrá discusiones, desacuerdos, cosas sin sentido, cosas que, por mucho que lo trates, nunca lo vas a entender. Y, por supuesto, rupturas. Siempre han existido y siempre existirán, y eso, es una parte que suelen omitir en muchos cuentos, algo con lo que una niña jamás ha logrado concebir y, que cuando le ocurre, cree que su mundo se ha roto, que su vida se ha acabado para siempre desde el momento en que él se fue. Es una de las consecuencias de esas mentiras que nos rodean: nunca se comprenderá el alcance que pueden tener. Nunca comprenderemos como algo que parece una minucia, tiene peores resultados de lo que nos imaginamos. De esta manera, surgen más dificultades, surgen modas y actitudes difíciles de lograr que desaparezcan; en realidad, surgen las verdades y, con ellas, la depresión para lograr aceptarlas, pues, a veces, la realidad es tan cruda que se suele ignorarla, olvidarla, dejarla de lado para así poder vivir cómodamente en esa mentira tan elaborada que la sociedad trae consigo.

~ Bienvenidos.

1 comentario:

  1. Muy coherente, si señora. Sinceramente, temía encontrarme con otra cosa jaja.

    Animo, que no decaiga^^

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